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Fidelity Worldwide Investment: alternativas de ahorro-inversión en la situación económica actual

(Tiempo estimado: 4 - 7 minutos)

GESTIÓN / INVERSIÓN / MERCADOS

La necesidad de la gestión activa en un mundo global…

Desde la crisis financiera de 2008 y la posterior crisis de la deuda, el concepto tradicional de riesgo ha cambiado. En el mundo desarrollado, con la combinación de unos estados endeudados, malas perspectivas de crecimiento económico y bajos tipos de interés, los inversores han buscado refugio en los activos considerados tradicionalmente seguros.

Sin embargo se han encontrado con que, con las sucesivas rebajas de las calificaciones ‘AAA’, el universo de estos activos refugio se ha reducido, produciéndose un considerable encarecimiento del precio de la seguridad, lo que ha restado atractivo a esta inversión. Han pasado de ser activos “sin riesgo” a ofrecer “riesgo sin rentabilidad”.

El cambio en la concepción del riesgo también ha afectado al mercado de bonos corporativos, donde, en los escalones más altos del universo de alta calidad crediticia, podemos encontrar grandes multinacionales con calificaciones superiores a las de sus propios gobiernos. Mientras estas presentan balances saneados, con cajas abundantes y beneficios sólidos, los países en los que tienen sus sedes combinan austeridad y crecimiento débil. 

En el caso de los mercados emergentes, sus fundamentales contrastan con las endeudadas economías de la OCDE. Los rendimientos de los bonos emergentes compensan con creces a los inversores por el riesgo de impago y, de hecho, existe una oportunidad a largo plazo para que estos mercados se conviertan en fuente de activos seguros en el futuro. 

Los índices referenciados a bonos suponen importantes riesgos de concentración al estar invariablemente ponderados por capitalización. Esto significa que cuanta más deuda en circulación tenga un emisor, mayor será su peso en los índices, lo que hace que estos se hallen sesgados hacia los países más endeudados, sin tener en cuenta su capacidad para devolver esa deuda. Este problema de los bonos de estados se acentúa por el hecho de que las calificaciones crediticias generalmente van por detrás de los fundamentales. 

También se ha dado un cambio de las ponderaciones en el mercado de bonos de alto rendimiento (con calificación inferior a BBB), donde muchos inversores entran en busca de rentabilidad. Este mercado cuenta ahora con todas las entidades financieras que han sido degradadas por la crisis, pasando de tener una calificación de grado de inversión (BBB o superior) a una de alto rendimiento. Una asignación pasiva de activos dejaría al inversor expuesto a estas últimas en lugar de buscar las futuras ganadoras (esto es, aquellas que probablemente vean revisadas al alza su calificación crediticia), como haría un enfoque activo.
Con los enfoques tradicionales de la inversión en renta fija socavados, los inversores deberían revisar los riesgos y las rentabilidades que esperan y cuestionar los índices de referencia y las carteras en las que han invertido. Los gestores de carteras de bonos deberían tener libertad para invertir según sus convicciones y poder evitar así las áreas problemáticas del universo cubierto por el índice de referencia, incluso completamente si lo consideran conveniente. 

Las carteras estratégicas (que permiten asignar una calificación cero a los países) y las carteras sin restricciones pueden liberar a los gestores de fondos de los condicionantes que imponen los índices de referencia. Este enfoque se adapta perfectamente a las gestoras con los recursos de análisis necesarios y que pueden generar un conjunto abundante de ideas en todo el universo de inversión. Los fondos flexibles y estratégicos pueden ser soluciones atractivas para los inversores que buscan flujos de rentas pero no desean incrementar el riesgo de forma considerable. En definitiva, en un mundo globalizado, una gestión activa ofrece numerosas oportunidades de inversión con un riesgo controlado.

… y la casuística española aplicable al cliente conservador

Según datos recientes de entidades como el Banco de España, en nuestro país alrededor de la mitad del dinero ahorrado se encuentra en depósitos, lo cual indica que una gran parte de los ahorradores tiene un perfil conservador. Aquellos que invierten en fondos de inversión se decantan en gran parte por productos garantizados y los más dinámicos, aquellos que prefieren la renta variable, son prácticamente minoritarios. Sin embargo, recientemente el Banco de España ha recomendado limitar la rentabilidad de los depósitos ofrecidos por las entidades financieras al 1,75% para aquellos cuyo plazo es de 12 meses o inferior, al 2,25% para los que vencen en 24 meses y al 2,75% para los que tienen una duración superior a los dos años. Debido a esto, los depósitos han visto muy limitado su atractivo, y más teniendo en cuenta la inflación anual en España, que fue del 2,9% en 2012. Urgiría por tanto una reflexión sobre la manera de ahorrar e invertir de los españoles en este nuevo contexto.

En cualquier caso, ¿qué alternativas existen ahora mismo para los clientes conservadores que no quieran asumir un riesgo excesivo? Como siempre, y con más motivo en el caso de este tipo de ahorradores, lo primero que hay que definir es el perfil de inversión, el cual dependerá de los objetivos vitales de cada persona (como puede ser complementar la jubilación, la compra de una casa, los estudios de los hijos, un colchón para imprevistos…), el plazo en el que se necesitará el dinero, la cantidad a invertir, el riesgo que está dispuesto a asumir, etc. Los ahorradores deberían acudir siempre a un profesional, en este caso un buen asesor financiero, que les realice el perfil de inversión y aconseje los mejores productos disponibles para sus necesidades. Sin duda uno de los mejores son los fondos de inversión, que mucha gente asocia erróneamente a un mayor nivel de riesgo que otros productos, cuando en realidad sus ventajas son múltiples: una gestión profesional, diversificación, seguridad jurídica y regulatoria, etc., sin olvidar la gran ventaja fiscal de poder traspasar el importe de un fondo a otro sin coste fiscal y por tanto tributando solo en el momento del reembolso final, algo que no se puede hacer con los depósitos. Existen muchos fondos de inversión conservadores al alcance del pequeño inversor que baten sobradamente a la inflación, que es lo mínimo que debería plantearse todo ahorrador o inversor, pues de no lograrlo estará perdiendo dinero en términos reales.

Recomendaciones de productos de Fidelity

El FF Euro Short Term Bond Fund, un producto de bajo riesgo que invierte en renta fija de la zona euro con alta calidad crediticia, reflejada en su rating medio de A+. La rentabilidad lograda por el fondo en 2012 se sitúa en el 5,6%, frente a un 5,1% de su índice de referencia. Tiene una calificación de 4 estrellas de Morningstar.

Otro de nuestros fondos recomendados es el FF Global Strategic Bond Fund, un producto de renta fija global, con una gestión muy activa y que invierte en bonos de gobiernos, corporativos, de alto rendimiento (high yield), de deuda emergente y ligados a la inflación. Tiene un modelo de gestión con porcentajes máximos y mínimos en cada clase de activo, de forma que el riesgo está muy controlado. Durante 2012 obtuvo una rentabilidad del 6,70%, frente a un 5,53% de su índice de referencia.


Antonio Salido, director de Marketing y Comunicación de Fidelity para España y Portugal

FF Euro Short Term Bond Fund y FF Global Strategic Bond Fund.

Artículo publicado en Executive Excellence nº102, abr13

 


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