Fidelity Worldwide Investment: Oportunidades de inversión para 2013
MERCADOS / INVERSIÓN
Los mercados financieros se moverán en 2013 al son de la capacidad de los políticos y los bancos centrales de llegar a acuerdos y tomar las decisiones correctas en política monetaria.
El volumen de deuda del sistema sigue siendo el problema fundamental de las economías, principalmente en los mercados desarrollados, y la reducción del endeudamiento será un proceso que se prolongará durante años.
Por esta razón, este año se mantendrá el entorno de bajo crecimiento que empujará a los bancos centrales a continuar con las políticas de relajación cuantitativa, que están teniendo los efectos deseados. No obstante, dicha relajación cuantitativa sigue planteando un importante riesgo de inflación que podría convertirse en un problema en 2014. Además, la evolución de los mercados también estará condicionada por la amenaza del ‘abismo fiscal’ en Estados Unidos -que podría arrastrar al país y a la economía mundial a la recesión- y por los riesgos geopolíticos, especialmente en Oriente Medio. Pese a estos riesgos potenciales, el inversor puede encontrar atractivas oportunidades tanto en renta variable como fija.
Renta variable
Las perspectivas de crecimiento de los beneficios son más bien bajas este año en el mundo desarrollado, con un crecimiento nominal que probablemente no supere el 5%, por lo que no parece que este vaya a ser un catalizador para las acciones. Sin embargo, se podría producir una revisión al alza de las valoraciones siempre que se avance en tres factores clave: En primer lugar, las valoraciones bursátiles se encuentran en niveles históricamente razonables, con unos PER de 13-14 veces los beneficios de los últimos doce meses. Por otro lado, tras las constantes salidas de capital de los últimos años de las bolsas el porcentaje de acciones en manos de los inversores institucionales se encuentra en mínimos de 30 años, por lo que las probabilidades de que esta tendencia cambie aumentan. Y por último, la volatilidad ha remitido, requisito previo para que el mercado revise al alza sus valoraciones. Este contexto ofrece al inversor en acciones buenas oportunidades, como por ejemplo la renta variable que reparte dividendo. En Europa los inversores pueden esperar unos dividendos del 3-4% (excepto en el sector financiero, donde, en muchos casos, la retribución al accionista se ha suspendido). Los balances están saneados, los flujos de caja son sólidos y los porcentajes de beneficios destinados a dividendos son bajos, con margen para crecer. Al dividendo habría que sumar un crecimiento previsto del 4-5%, lo que situaría la rentabilidad total en el 7-8%.
Por sectores, hay valores de calidad en salud, tecnología y consumo, con negocios sólidos y muy atractivos. Estas compañías se benefician de catalizadores estructurales y están devolviendo liquidez a sus accionistas a través del dividendo, como Nestlé, Unilever y Sanofi. Algunas empresas farmacéuticas cotizan con PER inferiores a diez pese a tener elevadas rentabilidades sobre capital. Y también entre las empresas tecnológicas hay margen de crecimiento del dividendo. Por ejemplo, Microsoft renta un 3,5%, pero este porcentaje está cubierto cuatro veces por su tesorería, por lo que tiene margen para incrementar el dividendo más que los beneficios.
Por áreas geográficas, los mercados emergentes son atractivos por sus mejores tasas de crecimiento y el hecho de que los capitales fluirán hacia las inversiones en divisas con mayores rendimientos. La economía china está bien situada para rebotar en 2013, con la inflación controlada tras el cambio de gobernantes. Entre los países desarrollados, Estados Unidos es un mercado atractivo si se soluciona el ‘abismo fiscal’, con el mercado de la vivienda y la confianza de los consumidores en recuperación. Además, Estados Unidos podría convertirse en el mayor productor de gas y petróleo gracias a la explotación de sus reservas en depósitos de esquisto, lo que le daría una ventaja competitiva por el abaratamiento de la energía sobre la economía. Una amplia gama de sectores industriales, desde los productos químicos hasta la ingeniería, se verían beneficiados.
Renta fija
Seguirá atrayendo a los inversores por su amplitud, diversidad y menor volatilidad. Por tipos de activos, la deuda pública de calidad de los mercados desarrollados parece estar sobrevalorada, lo que podría convertirse en un problema cuando la recuperación económica se consolide. De ahí que resulte más interesante optar por los activos de duración más corta para protegerse de dicho riesgo.
En deuda corporativa de buena calidad crediticia, los fundamentales son positivos y los balances están saneados. Los diferenciales mantienen su atractivo aunque el potencial de reducción es menor respecto a años anteriores. El riesgo para este tipo de activo es que algunas empresas aprovechen la financiación barata para elevar su endeudamiento con el objetivo de realizar fusiones y adquisiciones, recomprar acciones y pagar dividendos, lo que provocaría la rebaja de sus calificaciones. De ahí la importancia de la selección en los bonos corporativos.
Sigue habiendo atractivo en los bonos de alto rendimiento pero el inversor debe olvidarse de las excepcionales rentabilidades de los últimos años. Ofrecerán un ‘carry’ positivo atractivo más que fuertes plusvalías.
En cuanto a la deuda de los mercados emergentes, mantiene su atractivo a la vista de las entradas de capital en las divisas de mayores rendimientos. Si se consolida la recuperación mundial gradual, cabe esperar un aumento de las rentabilidades de las divisas emergentes.
Uno de los riesgos de la renta fija a medida que nos acerquemos a 2014 será la inflación, lo cual eleva el atractivo de las estrategias que protegen contra ella. Los bonos indexados a la inflación se comportan mejor en entornos de crecimiento más alto, por lo que podría resultar interesante una mayor exposición a los bonos de este tipo de mercados emergentes.
En cualquier caso la inversión en renta fija debe hacerse desde un enfoque estratégico, por lo que los fondos de renta fija con flexibilidad para distribuir los activos y orientar tácticamente sus posiciones hacia las áreas más atractivas en cada momento son la mejor opción para que el inversor obtenga una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo en un entorno plagado de incertidumbres económicas.
A raíz de la limitación del Banco de España a la remuneración de los depósitos, los ahorradores se están dando cuenta de que con un mínimo riesgo adicional las rentabilidades a las que pueden aspirar -de fuentes muy diversificadas- son muy superiores a las de los depósitos. Amén de las ventajas fiscales de los fondos de inversión, entre las que se encuentran la flexibilidad para reembolsar en cualquier momento el producto sin comisiones de cancelación o el traspaso fiscal de un fondo a otro sin tener que tributar durante todo el tiempo que se desee.
En España, el año que dejamos atrás ha sido extremadamente complicado. Me gustaría sin embargo resaltar cómo precisamente en periodos como este se muestra la vital importancia que tiene la gestión activa, base de la filosofía inversora de Fidelity. Nuestro fondo FF Iberia es un buen ejemplo, pues frente a una caída del Ibex35 del 4,6% en 2012, aquel obtuvo una ganancia del 21,9%. Estos resultados no pueden obtenerse sin un riguroso proceso de selección de acciones de calidad a valoraciones atractivas, o sin la capacidad de adoptar posturas contrarias a la tendencia general, evitando la exposición a algunos grandes nombres de los índices de referencia
Firmino Morgado, gestor del fondo Fidelity Funds Iberia Fund.