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Ser mejor líder aprendiendo de tus errores

(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

Algunas organizaciones y algunas personas emergerán de esta crisis más fuertes y más líderes que cuando comenzó. Otras sin embargo se debilitarán o desaparecerán. Todo dependerá de las opciones que, sobre los aspectos más críticos, escojan precisamente ahora. En The Upside of the Downturn, Geoff Colvin, reputado periodista y autor de bestsellers, dice que incluso la más terrorífica de las recesiones tiene su lado bueno.

Los mejores directivos han aprendido que el pensamiento convencional no sirve de mucho en momentos tan difíciles como los actuales. Las varias decenas de líderes con más éxito que Geoff Colvin entrevistó para escribir su libro rechazan ese hábito tan común en estos tiempos: la reducción de costes y los despidos son lo más importante. Por el contrario, dicen ver la recesión como una gran oportunidad para reinventar sus organizaciones y para reinventarse ellos mismos, desarrollando así los cimientos para el crecimiento futuro. 

No cabe ninguna duda de que esta recesión nos está poniendo a prueba, personal y colectivamente, y por eso ofrece enormes oportunidades de sacar a pasear nuestro liderazgo, de demostrarlo, pero de desarrollarlo también, de desarrollar cualidades de liderazgo que van más allá de las que uno mismo u otros en nuestras organizaciones, poseen. Sin embargo, lamentablemente, suele ocurrir que sólo una pequeña parte de directivos acaba identificando y aprovechando esas oportunidades. C’est la vie.

Trabajar por ser un mejor líder paga dividendos, pero demanda un gran esfuerzo que normalmente resulta complejo. Hay mucha gente en el mundo que ofrece asesoramiento sobre cosas, liderazgo especialmente, que nunca ha experimentado, lo que sirve para muy poco. Es como si tu agencia de viajes te vendiera un paquete de viaje de coste elevado y te dijera: “buen viaje, espero que lo disfrutes”, pero que después te dejaran solo porque allí, en tu agencia, desconocieran el territorio por donde tendrás que moverte con tus propios recursos. Aprender a ser mejor líder exige tomar la iniciativa uno mismo, sacrificio, madurez y  moverse continuamente.

La arrogancia raramente es eficaz para ser líder. Para tener éxito, como líder, es preciso practicar la autocrítica y aprender tanto de los propios aciertos como de los errores, aunque esto es también aplicable a todo el resto de personas. Ser proclive a buscar y aceptar feedback de otros: colegas, colaboradores, superiores, etc., y especialmente cuando se hace antes de decidir acerca de un plan de acción, multiplica las probabilidades de acertar y tener éxito. La mayoría de las más grandes equivocaciones que conozco, llegaron como resultado de actuar con prepotencia, ignorando la opinión de quienes estaban suficientemente cerca para opinar con buen criterio.

Una característica que todo directivo debe poseer es capacidad para manejar el negativismo y la crítica, independientemente de la posición o profesión. Se podría decir que va con la nómina y que es importante aprender a encajar ambos elementos constructivamente. Conocerse bien y aceptarse son signos de madurez. Si te preocupas demasiado por lo que otros piensan o hablan de ti, es porque tienes más confianza en su opinión que en la tuya propia. La verdadera confianza viene cuando uno se conoce profundamente y acepta en su totalidad, fortalezas y limitaciones, en contraste con depender exclusivamente de las opiniones de los demás. Sin embargo, dicho lo anterior, solamente podemos cambiar, para crecer y desarrollarnos, cuando  estamos abiertos a mejorar. Por esa misma razón, mantener una actitud correcta sin mostrarse a la defensiva, buscando en el trasfondo de la crítica lo que tenga ésta de real o verdadero y realizando después los cambios precisos, presenta una gran oportunidad de aprender cosas acerca de uno mismo, preservar las relaciones con los demás y mejorar como líder.

Todos cometemos errores, grandes y pequeños, por eso te puedo dar dos consejos. Uno, si quieres conseguir máxima atención, sólo tienes que cometer un error grave. El otro, si quieres causar el máximo daño, evita admitirlo. Ahora bien, ambos consejos te mantendrán muy lejos de crecer como líder. Cuando hablamos de éxito sostenible, no importa tanto el número de errores que hayas cometido, como el número de veces que hayas cometido el mismo error. Para aprender de los errores y obtener el máximo partido de ellos, no se me ocurre nada mejor que ofrecerte mi propia experiencia: a) acepta que si quieres crecer cometerás errores; b) piensa como un científico  para quien los errores son el preludio de sus descubrimientos; c) invita a la gente que te rodea a que te dé sus opiniones; d) admite tus propios errores y debilidades; e) escucha continuamente y después pregúntate ¿qué me falta?; f) continúa aprendiendo para continuar liderando y continúa aprendiendo de tus errores para continuar mejorando.


Juan Liquete, secretario general del Club Excelencia en Gestión

Publicado en Executive Excellence nº 83 jul/ago11


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