Marcus Buckingham: "Tenemos más miedo a las debilidades que orgullo a las fortalezas"
Algunas ideas de Marcus Buckingham, autoridad líder en la gestión basada en las fortalezas, en el World Business Forum de Madrid:
Las culturas en las empresas son locales, por eso elegir al líder del equipo es una decisión seria. Para construir una gran organización solo podemos crear equipos que intenten aspirar a lo máximo, la idea es que todos progresen.
La diferencia la hace el líder del equipo, y sin embargo no tenemos en los negocios herramientas para valorarles como tales. Todos los sistemas de recursos humanos están creados para la organización, no para el líder de equipo; algo absurdo, ya que ellos son los que generan la diferencia.
Hoy la tecnología permite al líder poder realizar una encuesta y recibir los datos al instante, de manera que pueda emprender una acción en ese mismo momento.
El compromiso es una película, no es una foto fija, sino algo que está vivo. Sin embargo, no tenemos información fiable y en tiempo real para medirlo ni tampoco indicadores para saber hacia dónde vamos. Todas nuestras herramientas de dirección de evaluación van a fracasar, porque son demasiado estáticas.
Hay que replantear los sistemas de evaluación, porque al final el evaluador compara toda la información que recibe del evaluado en relación a él mismo. Los sistemas deben tener que ver con la experiencia del grupo.
Una persona aprenderá y crecerá más en aquellas áreas donde ya es más fuerte. Por eso, hay que hacer chequeos frecuentes basados en fortalezas, potenciarlas y minimizar las debilidades. Si queremos innovación, productividad y compromiso del empleado, el secreto es que los líderes hablen con sus equipos, porque en el momento que estén demasiado ocupados para esto, habrán dejado de ser líderes.
En la vida real, el feedback no funciona. Lo buenos líderes reemplazan feedback por coaching; ayudan a mejorar, y se olvidan del feedback, que parece una “agresión”, algo que le impones al otro.
En nuestra primera evaluación de rendimiento, dedicamos más minutos a nuestras debilidades que a las fortalezas. Todos podemos mejorar y generar oportunidades de crecimiento en nuestros puntos fuertes, pero no en los débiles –mal llamados áreas de oportunidad–. Esto lo sabemos gracias a la ciencia del aprendizaje, que nos dice que consiste en crear brotes nuevos en ramas que ya existen, no en sacar nuevas ramas.
El reto del líder está en coger lo que hace único a cada miembro del equipo, y hacerlo útil. El poder no está en la homogeneidad, sino en la heterogeneidad.
Publicado en Executive Excellence nº124 octubre 2015