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Hedge funds

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

Los denominados Hedge Funds son fondos de inversión que se diferencian de los convencionales, fundamentalmente, en que invierten de maneras más imaginativas. Los fondos de inversión convencionales habitualmente se limitan únicamente a comprar instrumentos financieros (acciones, bonos, divisas,…) y sólo ganan dinero para el partícipe cuando los precios de los instrumentos financieros que poseen suben (o bajan poco y dicho descenso se ve compensado por los dividendos o intereses que reciben). 

Los Hedge Funds también tienen la posibilidad de ir cortos (short, en inglés) que no es más que la posición contraria a comprar: el inversor que va corto en una acción gana dinero si la cotización desciende. Se puede ir corto en una acción tomándola prestada y vendiéndola, vendiendo contratos de futuros sobre la acción, comprando opciones put y vendiendo opciones call sobre la acción… En todos los casos se obtiene el resultado inverso a la compra de la acción: se gana cuando la cotización baja y se pierde cuando sube.

También se diferencian de los fondos de inversión convencionales en que mientras éstos normalmente cobran una comisión fija al partícipe (independientemente de que el fondo vaya bien o mal), la mayoría de los Hedge Funds cobran una comisión fija pequeña y otra comisión que depende del resultado obtenido por el fondo.

Una idea equivocada, pero bastante común: mucha gente piensa que todos los Hedge Funds son mucho más arriesgados que los fondos de inversión convencionales. Esto no es cierto, en general, y depende –lógicamente- de la estrategia de inversión del fondo. Es cierto que algunos Hedge Funds tienen mucho más riesgo que los fondos de inversión convencionales, pero también hay Hedge Funds que tienen mucho menos riesgo que  los fondos de inversión en renta variable convencionales. 

En el verano de 2006, el dinero invertido en Hedge Funds era aproximadamente $1,2 billones (millones de millones), según Hedge Fund Research Inc. (HFR). Y había más de 9.000 Hedge Funds distintos. 

La estrategia más utilizada por los Hedge Funds es la denominada larga y corta (long-short). Consiste en comprar un activo financiero (por ejemplo, 1 millón de euros en acciones de IBM) y vender (o ir corto) simultáneamente la misma cantidad de otro activo financiero (por ejemplo, acciones de Microsoft). ¿Cuándo se gana con esta posición?: siempre que IBM vaya mejor (o menos mal) que Microsoft. Por ejemplo, si IBM sube un 5% en euros y Microsoft sube un 3%, se habrán ganado 20.000 euros. Pero también se habrán ganado 20.000 euros si IBM cae un 20% en euros y Microsoft cae un 22%, Existen muchos Hedge Funds especializados en esta estrategia aplicada a un número muy reducido de activos, por ejemplo, fondos que sólo toman estas posiciones en eléctricas europeas, otros en bancos europeos, otros en empresas petroleras… Muchos de estos fondos tienen muy poco riesgo, de hecho, su riesgo se parece más al de una inversión en renta fija que al de una inversión en renta variable.

Otros fondos están especializados en invertir sólo en empresas objetivo de una OPA si su cotización es inferior al precio ofertado o si piensan que habrá ofertas por precios superiores. Esta estrategia se denomina habitualmente risk arbitrage y realmente tiene riesgo porque la OPA se puede retirar, puede no obtener la aprobación del regulador…

Es imposible cubrir en este artículo la gran variedad de estrategias de los Hedge Funds: hay fondos que compran y venden acciones sólo en salidas a bolsa, otros que compran acciones de empresas que suspenden pagos, otros que compran convertibles y venden acciones, otros que compran bonos a largo y venden bonos a corto,… También hay fondos de fondos, que son Hedge Funds que sólo invierten en Hedge Funds.

¿Es más recomendable invertir en Hedge Funds que en fondos de inversión convencionales? Lo recomendable, lógicamente, es  invertir fondos bien gestionados, ya sean Hedge Funds o convencionales. La gestión del patrimonio es, fundamentalmente, un ejercicio de sentido común. Casi todos los lectores estarán de acuerdo con esta frase, pero es evidente que no todos los patrimonios se gestionan con sentido común. A continuación se enumeran algunas consecuencias del sentido común:

1. La mayoría de los matemáticos no son millonarios. No se gana mucho dinero en los mercados financieros realizando muchas operaciones matemáticas ni muy sofisticadas. Si esto fuera así, habría muchos matemáticos (y varios profesores de finanzas) multimillonarios. La mayoría de los inversores que ganan dinero habitualmente lo hacen utilizando el sentido común y siendo disciplinados (esto es, no  dejándose llevar por corazonadas, por emociones momentáneas, por consejos de “expertos” de dudoso prestigio, ni por modas absurdas).

2. Es fundamental elegir buenos gestores para sus fondos. Los buenos gestores no abundan, pero existen. Para convencernos de que no abundan basta observar la evolución de los fondos de inversión. Un ejemplo: de los 37 fondos de inversión de renta variable española, sólo 9 superaron en el periodo 1998-2005 la rentabilidad del IBEX 35 (7,5%). Y sólo 2 superaron la rentabilidad del IBEX 35 calculado con igual ponderación (16,8%). Dos criterios que aumentan la credibilidad de los gestores de fondos son: que sus comisiones dependan de sus resultados; y que tengan una buena porción de su patrimonio en el fondo. Huya de las comisiones fijas (independientes de resultados) y de la prohibición a los gestores de invertir a titulo particular (habitualmente por una extraña independencia). Usted no quiere gestores independientes de su patrimonio sino personas que corran los mismos riesgos.

3. Es importante diversificar, pero invertir en muchos activos no es necesariamente diversificar.  Las correlaciones entre las bolsas occidentales han aumentado mucho en los últimos años y están en niveles próximos a 0,8. Si dos bolsas se movieran al unísono la correlación sería 1; si cuando una sube, la otra baja, y viceversa, la correlación sería igual a -1). Es importante tener en cuenta el mensaje de este dato: un inversor español apenas diversifica el riesgo de su cartera de acciones invirtiendo en acciones de la bolsa estadounidense o de bolsas europeas. Para diversificar adecuadamente el riesgo es preciso invertir en otros mercados u en otros bienes (inmobiliarios de distintos tipos, arte, hedge funds u otros activos alternativos) que tengan menor correlación con la bolsa española.


Pablo Fernández, profesor del IESE

Artículo de opinión publicado en Executive Excellence nº38 dic06


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