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Ramón Sabella en la presentación de Zertum HR Strategists

(Tiempo estimado: 4 - 7 minutos)

El pasado 7 junio, y gracias a la invitación de Alfredo Ruiz-Plaza, director general del Grupo Compass -co-organizador de la conferencia junto con Facthum-, pudimos asistir a la presentación en sociedad de Zertum HR Strategists, donde tuvimos el placer de escuchar a Ramón Sabella, superviviente del accidente aéreo de los Andes. 

Antes de adentrarnos en esa “aventura humana”, quisiéramos hacer algunas consideraciones sobre el proyecto de Zertum que, además de original, estamos convencidos de que tendrá éxito.

El mundo de los Recursos Humanos está en pleno proceso de cambio, forzado –en parte- por las necesidades coyunturales. Dicho cambio ha de tener lugar si queremos reorientar las empresas de manera que éstas se reinventen y sean capaces de superar los cambios que la, cada vez más acelerada, evolución del mundo empresarial está creando. Las empresas necesitan soluciones estratégicas para su orientación.

Vivimos entornos cortoplacistas que sólo generan respuestas tácticas a problemas momentáneos. Los Recursos Humanos no escapan de esta situación, y es por eso que el original planteamiento de Zertum a la hora de alinearse en el ámbito de la gestión estratégica de Recursos Humanos, nos parece de lo más acertado. Ahora bien, cómo enfrentarse a este reto. 

Zertum ha reunido un consejo asesor formado por 15 directores de Recursos Humanos en activo. Estos profesionales, altamente cualificados, generan una masa crítica de talento que, dadas las diferentes áreas empresariales en las que ejercen, aporta una visión global y multisectorial. Y lo mejor de todo es que este grupo está al servicio de las necesidades de los futuros clientes de Zertum. Este consejo se va a centrar en la selección de profesionales exclusivamente de Recursos Humanos, de manera que provean desde el conocimiento que tienen del sector. Ofrecen además acompañar en procesos de interim management los procesos de sustitución de profesionales del área de las personas, a la vez que ofrecen mentoring a las incorporaciones. 

El consejo asesor, formado por los máximos responsables en Recursos Humanos de empresas como Grupo Prisa, Cortefiel, Jazztel, ALSA, Meta4, CB Richard Ellis, Saville Consulting o Facthum, confiere a Zertum esa visión multisectorial que, acompañada por el conocimiento personal de los mejores profesionales del sector, dota al proyecto de lo que, creemos, es una ventaja competitiva frente a los tradicionales head hunters.

Todo esto, acompañado de una metodología diferencial, permite que los clientes se beneficien de una perspectiva global en un entorno de criterios éticos de actuación muy poco habitual, así como tener a su disposición el mayor caudal de talento en su área. Toda una novedad que permitirá a las empresas alinear su política de Recursos Humanos con la estrategia y la visión de la misma. Les invitamos a que dediquen unos minutos a visitar su website (www.zertumhr.com), pues merece la pena.

La memoria de los Andes

Y de la presentación de una aventura –empresarial– pasamos a otra: “La aventura humana”, tal y como titula su conferencia Ramón Sabella, superviviente de los Andes. Son pocos los eventos que, como éste, resultan originales e impactantes a nivel emocional. 

Este desastre aéreo es, sin duda, una de las historias más importantes de supervivencia del ser humano, pero también una inspiradora llamada a los hombres y mujeres de negocios, para enfrentar con confianza las adversidades que se presentan en la dirección de empresas y en sus responsabilidades profesionales.

Como el propio Sabella cuenta: “Pasamos de ser personas que teníamos todo a no tener nada, y estar condenados a la muerte. Sin imaginarlo, para sobrevivir en la montaña fuimos creando una empresa”.

A continuación, recogemos algunos de los mensajes clave que este superviviente de los Andes compartió con los directivos de Recursos Humanos:

Liderazgo: Siempre me preguntan quiénes fueron los líderes. Todos lo fuimos, cada uno hizo lo mejor que pudo en el momento que pudo. No había nadie que mandara, ni nadie aceptaba que otro le ordenase en esa situación; pero cada uno asumió las responsabilidades e hizo lo que mejor podía y sabía hacer. Yo me levantaba y una mañana se me ocurría hacer agua, otra preparar la comida, tapar a los muertos…, y así funcionábamos. Se armó un equipo de trabajo a la perfección. Lo más importante fue desarrollar la potencia del equipo con la creatividad. 

Recursos: Hay que valorar lo que tenemos y no desperdiciarlo, además de aprovechar el poder de la mente. Vivimos rezongando y protestando de lo que no tenemos, o aspirando a cosas que, después que las tenemos, no nos llenan. Lo importante es hacer cosas en la vida y marcar huella. Sus organizaciones tienen millones de recursos de todo tipo, y muchas veces se dilapidan. Los recursos más importantes son las personas y, a veces, en la empresa las depreciamos. Tan importante como la selección es ubicar a la capacidad de la persona en el cargo y la función que mejor le quede. 

Comunicación: La comunicación horizontal en la empresa, que todos sepan cuál es el objetivo, cómo lo estamos haciendo y a dónde vamos, es fundamental.

Accionar: Todo depende de la mentalización, focalización, el equipo y su formación. Muchas veces discutimos demasiado sobre un mismo tema y nos cuesta decidir, concluir y, lo que es peor, nos cuesta accionar. Y la acción lo es todo en las empresas. Si nosotros no accionábamos, nos moríamos. La velocidad en la toma de decisiones fue fundamental y la acción nos sacó de todos los problemas. En las empresas ocurre exactamente lo mismo. Nosotros podríamos haber muerto quejándonos, pero nunca lo hicimos. Algunas veces protestamos, pero no nos quejamos. Lo que hacíamos cuando nos pasaba algo era accionar rápidamente para salir de esa situación, y así fuimos aceptando la realidad que nos tocaba vivir.

Metas y objetivos claros: No sólo se trata de ejecutar, sino de diseñar, planificar y apuntar alto. Si ustedes apuntan alto y enseñan a sus empleados y dependientes a soñar, llegarán lejos. En la vida hay que provocarse sueños e ir a por ellos con convicción.

Egos personales: Aprender que si alguien tiene una buena idea, no debemos sabotearla, sino felicitarle. Apoyar al compañero y tratar de mejorar la buena idea que ha tenido. Hay que dejar los egos de lado si queremos trabajar en equipo, con gente que esté comprometida y sea excelente. Para esto, también hay que tener una justicia, una ética.

Iniciativa propia: No esperen que todo les venga de arriba. No es lo que sabes, sino lo que implementas. 

Pertenecer al grupo: La visión lo es todo, junto con la potencia del equipo. La actitud, garra, compromiso y acción. Quienes seleccionan al personal pueden decantarse por una persona muy apta, pero sin actitud de nada sirve.

Solidaridad: Nosotros fimos súper solidarios. Cuanto menos teníamos, más solidarios éramos. Yo siempre digo que los que más comparten son los pobres. Si la vida nos regaló determinadas posiciones y tener buenos pasares, debemos aprender a ser más generosos. De repente, no es plata lo que hay que dar, sino una ayuda, una enseñanza.

Afectos: Aprender a crear afectos en la empresa. Yo no digo ser amigos, porque es muy difícil, pero sí que estén todos involucrados en una causa común. Así como tener confianza en el otro, no tener pendientes ni dejar las cosas para mañana.

Fracaso: No hay que tener miedo a caerse, sino a no levantarse de las caídas. Es necesario adaptarse constantemente al medio y crear oportunidades en la crisis.

Al final, nosotros logramos todo gracias al equipo, al grupo humano, y a esa potencia que nos permitió -al menos- sobrevivir a 16, y a otras 29 familias saber qué pasó con sus hijos. Si bien no sobrevivieron, gracias a ellos -de alguna forma- nosotros pudimos continuar con vida”. 


Publicado en Executive Excellence nº82 jun11


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