CaixaBank moviliza 12.000 millones de euros en financiaciones sostenibles
Sostenibilidad es mucho más que la palabra de moda; es el objetivo al que debe aspirar el mundo. De hecho, la ONU ya ha fijado fecha para conseguirlo: el año 2030. La Organización de Naciones Unidas aprobó en 2015 la Agenda sobre el Desarrollo Sostenible, una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos haciendo del planeta un lugar más seguro y habitable.
Alcanzar un reto tan ambicioso en tan poco tiempo requiere la involucración de todos. Gobiernos, empresas y sociedad civil deben aportar su granito de arena para impulsar esta labor, pero las entidades bancarias y los organismos capaces de aportar financiación se presentan como pilar fundamental a la hora de acometer semejante transformación.
En los últimos años han surgido diferentes fórmulas destinadas a facilitar la aplicación de las políticas de sostenibilidad en el ámbito financiero, dando lugar a la denominada Financiación Verde y Sostenible (FVS), aquella cuyos recursos se destinan a apoyar proyectos verdes o socialmente responsables, en línea con los ODS fijados por la ONU.
CaixaBank es una de las entidades financieras más comprometidas con la sostenibilidad. Su Plan de Banca Socialmente Responsable recoge cuatro importantes principios de actuación que suponen una contribución directa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y, a través de su actividad, apoya iniciativas y proyectos respetuosos con el medio ambiente que contribuyen a prevenir y mitigar el cambio climático, así como a impulsar la transición hacia una economía baja en carbono y el desarrollo social.
En este sentido, el banco que dirige Gonzalo Gortázar, ha creado el departamento de Finanzas Sostenibles dentro del área de negocio de Banca Corporativa, Institucional e Internacional. El objetivo del nuevo departamento es impulsar este tipo de financiaciones y desarrollar nuevos productos sostenibles en otras áreas como Banca Transaccional y Tesorería, consolidando de este modo una propuesta de valor global en términos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Liderazgo en financiación sostenible
CaixaBank ha movilizado desde 2017 un total de 27.300 millones de euros en financiaciones sostenibles, con un total de 116 operaciones, consolidándose como uno de los principales bancos de financiación sostenible en Europa. Sólo en los primeros ocho meses de 2020 la entidad cerró 52 operaciones de financiación sostenible por valor de 12.000 millones de euros. La cifra supone un récord en este área de actividad, con un aumento de un 79% en préstamos y productos transaccionales y del 63% en emisiones de bonos, respecto al mismo período del año anterior.
Estos datos colocan a CaixaBank como una de las entidades líderes en Europa en financiación sostenible. Según el ranking de Refinitiv, a cierre del tercer trimestre de 2020, la entidad se sitúa como el cuarto banco europeo en ESG & Green Lending. Su ámbito de actividad se centra fundamentalmente en Europa, con operaciones formalizadas en cinco países y también en el continente americano.
Una parte relevante de la financiación sostenible en 2020 se formalizó bajo el formato de préstamos sostenibles (ESG-Linked), que vinculan el tipo de interés de la financiación a objetivos sostenibles (KPIs o Ratings ESG). En esta categoría, se cerraron 23 operaciones por valor de 2.034 millones de euros. Entre ellas, destacan el préstamo sindicado sostenible de Naturgy, una de las operaciones de mayor volumen del pasado año, o el sindicado de Ferrer, que se convirtió en el primer préstamo sostenible en España en el sector farmacéutico. En ambas transacciones, CaixaBank ha actuado como agente de sostenibilidad y estructurador. También son remarcables las primeras operaciones sostenibles con aval ICO en España, como las financiaciones de El Corte Inglés e Intermas.
750 millones en préstamos verdes
Por otro lado, CaixaBank realizó durante los nueve primeros meses del pasado ejercicio 15 préstamos verdes por valor de 750 millones de euros. Los préstamos verdes se caracterizan por financiar proyectos con un impacto positivo directo en materia medioambiental. Dentro de esta categoría, se incluye la operación que se formalizó el pasado mes de marzo con Aguas Industriales de Tarragona, que supuso el primer Project Finance Verde para una planta de tratamiento de agua. Y también la financiación concedida en agosto a un nuevo centro logístico operado por Amazon, que cuenta con la certificación sostenible Breeam.
En cuanto al ámbito transaccional, la entidad lidera la innovación en España en este segmento de productos. En 2020 movilizó 1.850 millones de euros, donde destacan especialmente los dos primeros factoring sostenibles en España realizados con Siemens-Gamesa y con Endesa, así como la primera línea de avales verdes formalizada con Siemens-Gamesa. También cabe destacar que el Asian Development Bank ha otorgado a CaixaBank el “Best Green Deal confirming bank 2020” por un proyecto de tratamiento de aguas de KDS Textile Mills en Bangladesh con garantía multilateral.
En cuanto a la actividad de mercado de capitales, CaixaBank participó como bookrunner en la emisión de 11 bonos calificados como verdes o sostenibles, lo que supuso la colocación de 7.400 millones de euros, un 63% más de volumen que en los nueve primeros meses de 2019. En este capítulo, destacan emisiones como el Bono Verde Inaugural de Red Eléctrica, el Bono Verde de EDP y la emisión del Bono Sostenible de la Comunidad Autónoma Vasca.
Inversión récord en energías renovables
Otro hito destacable del ejercicio 2020 ha sido la inversión que CaixaBank ha realizado para financiar proyectos de energía renovable. Durante los ocho primeros meses de 2020 la entidad invirtió más de 2.700 millones de euros en proyectos energéticos, de los que 2.400 millones corresponden a iniciativas de generación de energías renovables, registrando así una financiación record de este tipo de energía.
La principal parte de la inversión directa, unos 1.500 millones de euros, se destinó a proyectos de energía fotovoltaica, mientras que la inversión en energía eólica alcanzó los 600 millones de euros y otras tecnologías de generación renovable consiguieron financiación por 300 millones de euros. Adicionalmente se suscribieron préstamos por importe de 300 millones de euros relacionados con el transporte y la licuefacción de gas natural, tecnología imprescindible para posibilitar la implantación a gran escala de la generación renovable.
Primer bono verde para renovables y eficiencia energética
El pasado mes de noviembre el banco realizó la tercera emisión bajo el marco de bonos verdes, sociales y sostenibles (conocido como ODS Framework) que inició en agosto 2019, para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En esta ocasión, CaixaBank colocó un Bono Verde de 1.000 millones de euros a seis años, con opción de cancelarlo a los cinco años por parte del emisor.
A través de esta emisión, CaixaBank canalizará fondos para financiar proyectos que contribuyan a una sostenibilidad medioambiental, tales como la reducción de gases de efecto invernadero, la prevención de la contaminación y la adaptación al cambio climático. Concretamente, la entidad, presidida por Jordi Gual y dirigida por Gonzalo Gortázar, destinará los fondos captados a promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) número siete y nueve. El ODS número siete (energía asequible y no contaminante) tiene como objetivo garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna. CaixaBank ya ha identificado unos 1.800 millones de euros en activos de energías renovables elegibles siguiendo los estrictos criterios definidos por el marco ODS del banco.
De hecho, durante los ocho primeros meses de 2020 la entidad invirtió más de 2.700 millones de euros en proyectos energéticos, de los que 2.400 millones corresponden a iniciativas de generación de energías renovables, registrando así una financiación record de este tipo de energía.
La entidad registró en 2020 un récord en financiaciones sostenibles, con un aumento del 79% en préstamos y del 63% en emisiones de bonos
La principal parte de la inversión directa, unos 1.500 millones de euros, destinó a proyectos de energía fotovoltaica, mientras que la inversión en energía eólica alcanzó los 600 millones de euros y otras tecnologías de generación renovable consiguieron financiación por 300 millones de euros. Adicionalmente se suscribieron préstamos por importe de 300 millones de euros relacionados con el transporte y la licuefacción de gas natural, tecnología imprescindible para posibilitar la implantación a gran escala de la generación renovable.
Por otro lado, el ODS número nueve (industria, innovación e infraestructuras) persigue la construcción de infraestructuras resilientes, la industrialización sostenible y el fomento de la innovación. En este sentido, CaixaBank ya ha identificado unos 500 millones de euros en activos inmobiliarios con los requisitos de eficiencia energética necesarios para cumplir con lo estipulado en el marco de la entidad.
Este bono vuelve a demostrar el alineamiento de la financiación con el modelo de banca social y responsable de CaixaBank. Esta estrategia está siendo reconocida por los inversores de renta fija que muestran cómo la entidad ha sabido reflejar esta estrategia en un marco de bonos verdes, sociales y sostenibles creíble y sólido.
Impacto del primer bono social
El instrumento financiero, emitido por importe de 1.000 millones de euros para financiar proyectos de energía renovable y edificios energéticamente eficientes ha sido el tercero de los bonos verdes, sociales y sostenibles que ha emitido la entidad bajo el marco ODS.
La primera emisión tuvo lugar en septiembre de 2019 y consistió en un bono social de 1.000 millones de euros a cinco años en formato de deuda senior no preferente con el objetivo de luchar contra la pobreza y crear empleo. Esa operación inaugural incluía préstamos de MicroBank a individuos o familias cuya suma de ingresos disponibles fuese igual o inferior a 17.200 euros, con el objetivo de financiar necesidades diarias como gastos en salud, educación o reparaciones en los hogares y adquisición de vehículos, así como préstamos a autónomos y Pymes en las regiones más desfavorecidas de España.
Según un reciente estudio realizado por la entidad en colaboración con la consultora Deloitte y auditado por PwC, este bono ha contribuido en un año, mediante la concesión de créditos a trabajadores autónomos, microempresas y pymes, a la creación de 8.207 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, la puesta en marcha de 1.046 nuevas empresas y la ayuda a 160.945 familias con necesidades puntuales, autónomos y pequeñas empresas, con un impacto global en el PIB español estimado en 1.480 millones de euros.
Por sus características, la emisión de este bono social tenía que estar directamente ligada a la consecución de avances en los ODS. Concretamente, se planteó como objetivo contribuir al ODS uno (fin de la pobreza) y al ODS ocho (trabajo decente y crecimiento económico). El primer objetivo de desarrollo sostenible se cubrió con microcréditos concedidos por MicroBank y el segundo, con financiación de CaixaBank. La emisión obtuvo el premio Bono Social del año 2019, concedido por la prestigiosa publicación Environmental Finance.
Apoyo a familias, autónomos y pymes
El total de la emisión se destinó a créditos a familias, autónomos y pequeñas empresas, de forma que 502 millones fueron concedidos por MicroBank a proyectos vinculados al ODS uno y 498 millones, al ODS ocho. El 50% del importe de los préstamos tuvo como beneficiarias a familias, el 29% a microempresas, el 11% a pequeñas empresas, el 5% a medianas empresas y otro 5% a autónomos y emprendedores. Se realizaron 160.945 préstamos, de los que 147.868 fueron para familias y 13.077, para autónomos y empresas.
Doce meses después de conseguir el crédito, más del 60% de los autónomos beneficiados afirma que el préstamo les ha permitido abrir el negocio o consolidarlo y, en el caso de las pymes, el 75% asegura que ahora su empresa tiene mucha más fortaleza. El 98% de las familias, por su parte, asegura haber conseguido el objetivo que perseguía al solicitar el préstamo, y el 87% afirma que la financiación ha tenido un efecto positivo en su vida. Además, el 79% reconoce que el microcrédito les ha posibilitado mantener o aumentar la capacidad de ahorro.
Además de las implicaciones en el mercado de trabajo, el impacto de la iniciativa se extiende al conjunto de la sociedad, dado que, según el informe, los préstamos a autónomos y empresas repercutieron en el Producto Interior Bruto (PIB) español en 1.480 millones de euros, lo que revela que cada millón de euros invertido a través del Bono Social contribuye con tres millones a la economía.
El segundo bono social se emitió en julio de 2020 por un importe de 1.000 millones de euros a seis años en formato de deuda senior preferente, con el objetivo de mitigar los efectos del Covid19, a través de financiación a pymes y microempresas domiciliadas en las regiones españolas con menos de 19.665 euros por cápita, o con tasas de desempleo superiores al 16,69%. En estas dos primeras emisiones, los fondos captados se destinaron a promover el ODS número ocho “Trabajo decente y crecimiento económico”.
Texto publicado en Executive Excellence nº172, dic.2020/ene.2021