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Reinventar la carrera profesional en la era de la longevidad, por Herminia Ibarra

(Tiempo estimado: 6 - 12 minutos)
Herminia Ibarra

Hemos aplaudido el ingenio y la capacidad de adaptación de las personas para pasar de una carrera o forma de trabajar a otra, pero hemos dejado que las empresas, universidades y gobiernos se desentiendan de lo que es a la vez un problema y una oportunidad para la sociedad. ¿Cómo podemos crear instituciones cuyo objetivo sea ayudar a las personas a superar las transiciones, a menudo incómodas, que caracterizan las carreras modernas? Herminia Ibarra, profesora de la Cátedra Charles Handy de Comportamiento Organizacional, de London Business School, deliberó sobre esta cuestión en el 15th Global Peter Drucker Forum.

Hacer de las transiciones de carrera la norma, y no una excepcionalidad, es un ejercicio de corresponsabilidad que requiere de acciones firmes por parte de la comunidad empresarial, del sector público, de las instituciones educativas y de la sociedad en general. Ibarra alentó la oportunidad de superar ciertos lastres, como ese "oscuro y desordenado punto medio" del cambio profesional, convirtiéndolo en un periodo fértil para el crecimiento. Para conseguirlo, el esfuerzo debe ser colectivo, empezando por erradicar el estigma y las barreras psicológicas asociadas al cambio profesional, especialmente en determinadas etapas de la vida.

Estas fueron algunas de sus reflexiones:

Avanzar con paso firme

Antes de profundizar, me gustaría que pensase si usted se considera actualmente en alguna forma de transición de carrera, ya sea contemplándola, inmerso en ella o concluyéndola. A continuación, piense si, además, está estrechamente relacionado con alguien en transición, como un cónyuge, un hijo o un amigo. Es muy probable que la mayoría haya contestado afirmativamente a ambas cuestiones; y eso es algo que ilustra mi visión.La creciente longevidad nos impulsa a desear vidas laborales más largas, haciendo obsoleto el modelo tradicional de tres etapas vitalesSon varios los factores que contribuyen a esta tendencia, y ninguno debería sorprendernos. En primer lugar, estamos viviendo más tiempo, con una esperanza de vida que se extiende a partir de la mediana edad, en lugar de solo erradicar la mortalidad infantil temprana. Esta longevidad nos impulsa a desear vidas laborales más largas, haciendo obsoleto el modelo tradicional de tres etapas de la vida: educación, carrera y jubilación.

Además, estamos presenciando el impacto disruptivo de la tecnología en las carreras, cuyos detalles siguen siendo inciertos, pero cuyos efectos ya son palpables en la dinámica corporativa. Asimismo, el paisaje de nuestras organizaciones está transformándose; las empresas frecuentemente se declaran en bancarrota, se privatizan o simplemente desaparecen. Esta volatilidad, junto con un aumento significativo de la fuerza laboral independiente y freelance, subraya la necesidad de adaptarse.Los cambios sociales han alterado nuestras expectativas de carrera. Buscamos propósito, flexibilidad, significado y aprendizaje continuo, aspiraciones que actualmente muchas organizaciones no logran satisfacerConcurrentemente, los cambios sociales han alterado nuestras expectativas de las carreras. Buscamos propósito, flexibilidad, significado y aprendizaje continuo, aspiraciones que muchas organizaciones, en la actualidad, no logran satisfacer. Este desajuste alimenta la necesidad de transiciones, como demuestra el incremento del emprendimiento en etapas tardías de la carrera y adultos que regresan a la educación, inscribiéndose a doctorados, entre otras calificaciones.

A pesar de la aparente normalidad de estas transformaciones, siguen estando llenas de dificultades, a menudo descritas como un estado sin anclaje entre el viejo camino y el nuevo camino aún por definir; lo que lleva a un sentimiento generalizado de estar atrapado.

Recalculando la ruta

190 Herminia interiorEncuestas y estudios revelan los principales obstáculos en este viaje: una clara sensación de lo que ya no se desea o es viable y la desalentadora incertidumbre de lo que viene después.

Este limbo se complica aún más por barreras internas, como la falta de resiliencia, de coraje y un exceso de duda autoimpuesta, presionando incluso antes de dar el primer paso. Tales sentimientos de parálisis afloran con intensidad cuando los individuos se plantean embarcarse en nuevos caminos, teniendo que hacer frente a lo que se ha denominado 'El Desordenado Medio' (The Messy Middle), una fase emocionalmente turbulenta caracterizada por la pérdida de identidad y el cuestionamiento existencial.

La analogía de los ritos de paso en las sociedades tribales ofrece una perspectiva histórica sobre este calvario transformador, enfatizando la necesidad de transiciones guiadas que están marcadamente ausentes en los cambios de carrera que se producen a mitad de vida en la era contemporánea.

Esta brecha destaca la importancia de los "espacios de trabajo de identidad", ambientes como los programas de MBA que ofrecen una mezcla de nuevas habilidades, comunidad y oportunidades de reflexión, actuando como un catalizador durante estos períodos de transición. Sin embargo, la escasez y los altos costes de tales programas señalan la urgencia de formas de apoyo más accesibles y variadas.

Para abordar esta situación, he explorado varias innovaciones institucionales que ofrecen andamiaje para estos viajes, como los programas de coaching de Meyler Campbell, que, a pesar de estar diseñados para entrenadores profesionales, atraen a individuos que buscan transiciones de carrera más amplias. Otras iniciativas como Makers.tech y On Purpose atienden a necesidades demográficas específicas, ofreciendo formación tecnológica y pasantías impulsadas por un propósito, respectivamente, fomentando así un sentido de comunidad y dirección.

Plataformas como Careers Can Change consolidan recursos y orientación, reflejando un reconocimiento creciente de la necesidad de sistemas de apoyo integrales. Los esfuerzos de Stanford y otras instituciones para crear programas para transiciones de carrera en etapas avanzadas también ofrecen modelos prometedores para abordar estos desafíos en diferentes fases de la vida.

Si atendemos a la noción de la curva sigmoidea o segunda curva de Charles Handy, queda claro el momento crítico que supone un cambio de carrera y el imperativo de abrazar el aprendizaje como un proceso continuo.

Un esfuerzo colectivo

Abordar la necesidad de apoyo social e institucional en las transiciones de carrera es primordial. El proceso de cambio no es simplemente un esfuerzo individual, sino que requiere un esfuerzo colectivo de varios pilares de la sociedad, incluidas instituciones educativas, corporaciones y organismos gubernamentales. La importancia de crear un ecosistema de apoyo no suele enfatizarse demasiado, pero facilita los aspectos prácticos de la transición entre carreras, así como los desafíos psicológicos y emocionales que acompañan tales cambios.

La narrativa en torno a las transiciones de carrera está evolucionando. Anteriormente, una trayectoria profesional lineal era la norma, pero hoy el escenario es marcadamente diferente. Las personas ahora persiguen múltiples carreras a lo largo de sus vidas, impulsadas por el crecimiento personal, intereses cambiantes y la rápida evolución de los mercados laborales. Este cambio requiere una reevaluación de cómo la sociedad y las instituciones apoyan a los individuos a través de estas transiciones. Como he mencionado, el modelo convencional de educación-trabajo-jubilación ya no se aplica en un mundo donde el aprendizaje permanente y la fluidez de carrera se están convirtiendo en el estándar.Ahora las personas persiguen múltiples carreras a lo largo de sus vidas, impulsadas por el crecimiento personal, intereses cambiantes y la rápida evolución de los mercados laborales

Además, el impacto de la tecnología y la globalización del mercado laboral no pueden ser ignorados. Estas fuerzas han acelerado los cambios en los sectores de empleo, creando nuevas oportunidades mientras hacen obsoletos roles tradicionales. Como resultado, los individuos se ven obligados a adaptarse, requiriendo a menudo adquirir nuevas habilidades y navegar por industrias desconocidas. Esta realidad subraya la conveniencia de disponer de programas de educación y formación continuos y accesibles, que estén alineados con las demandas del mercado y respondan a las aspiraciones de carrera en evolución de la fuerza laboral.

Se requiere, por tanto, un cambio de paradigma en el ámbito educativo, pasando de modelos estructurados alrededor de un aprendizaje orientado a la consecución de títulos en la etapa inicial de la vida, a una expansión del aprendizaje a lo largo de toda la existencia. Esto implica la integración de módulos de aprendizaje flexibles, plataformas online y sistemas de micro-credenciales que permitan a las personas adquirir nuevas habilidades y conocimientos relevantes para sus trayectorias profesionales en evolución, sin la necesidad de comprometerse con programas de grado tradicionales largos. Este enfoque no solo hace el aprendizaje más accesible, sino que también alinea los resultados educativos con las demandas en tiempo real del mercado laboral.La sociedad a menudo defiende la narrativa de una trayectoria profesional recta e ininterrumpida, lo que puede hacer que los individuos duden en buscar cambios por miedo al fracaso o al juicioOtro aspecto crítico del apoyo a las transiciones de carrera es luchar contra el estigma y las barreras psicológicas asociadas con este cambio, especialmente en etapas posteriores de la vida. La sociedad a menudo defiende la narrativa de una trayectoria profesional recta e ininterrumpida, lo que puede hacer que los individuos duden en buscar cambios por miedo al fracaso o al juicio. Combatir esto requiere un cambio cultural hacia la valoración de la flexibilidad, la resiliencia y la búsqueda de la realización en todas las etapas de la carrera. Fomentar una mentalidad que vea las transiciones de carrera como oportunidades de crecimiento, en lugar de contratiempos, es esencial.Fomentar una mentalidad que valore las transiciones de carrera como oportunidades de crecimiento, en lugar de contratiempos, es esencialEn este contexto, la creación de redes permite construir conexiones con individuos que han navegado por transiciones de carrera exitosas, algo que puede proporcionar perspectivas de incalculable valor, aliento y consejos prácticos.

Corresponsabilidad del sector público y privado

190 Heminia 400Las empresas pueden estimular una cultura que incentive la movilidad de carrera y el aprendizaje permanente entre sus empleados. Al proporcionar recursos para el desarrollo profesional, no solo ayudan a los empleados en sus trayectorias profesionales, sino que también se benefician de una fuerza laboral más versátil, competente, innovadora y comprometida.Las empresas pueden estimular una cultura que incentive la movilidad de carrera y el aprendizaje permanente entre sus empleados, beneficiándose así de una fuerza laboral más versátil, competente y comprometida

Así, a la vez que mejoran su resiliencia y preparación para los desafíos futuros, ejercen su responsabilidad social corporativa a favor de una fuerza laboral más amplia. Las empresas con visión de futuro están estableciendo ahora programas internos que promueven la formación inter-funcional, los periodos sabáticos para el crecimiento personal y profesional, y la práctica del mentoring. Los programas de mentoring diseñados para guiar a las personas a través de las complejidades del cambio de carrera llegan a desempeñar un papel relevante. No solo ofrecen desarrollo de habilidades, sino apoyo emocional, ayudando a los individuos a superar dudas y construir confianza en sus nuevos caminos.

Pero también las políticas gubernamentales juegan un rol decisivo. La legislación que promueve condiciones de trabajo flexibles, el apoyo financiero para la recapacitación y los incentivos a las empresas que invierten en el desarrollo de los empleados pueden eliminar muchos de los obstáculos que los individuos enfrentan al considerar un cambio de carrera.

Los gobiernos tienen la capacidad única de promulgar legislación y propiciar políticas sociales que apoyen el equilibrio entre la vida laboral y personal, como horarios de trabajo flexibles y oportunidades de trabajo remoto, para facilitar que los individuos persigan actividades de aprendizaje y desarrollo de carrera junto con sus deberes profesionales. De igual modo, pueden desarrollar bases de datos nacionales de habilidades que emparejen con oportunidades de carrera basadas en los conjuntos de habilidades de los buscadores de empleo.

Además, las asociaciones público-privadas destinadas al desarrollo de la fuerza laboral pueden generar más oportunidades para que los individuos exploren nuevos caminos profesionales con menos riesgo. En esa exploración, resultan de gran utilidad los servicios de asesoramiento u orientación profesional, pues la incertidumbre se cierne tanto sobre los aspectos logísticos del cambio de carrera como sobre qué posibles caminos podrían adaptarse a las habilidades, intereses y aspiraciones de cada persona.

Transiciones inclusivas

En conclusión, el viaje de la transición de carrera es multifacético, abarcando no solo la búsqueda de nuevas oportunidades profesionales, sino también el crecimiento personal y el auto-descubrimiento que acompañan a dichos cambios.

Es un viaje que requiere coraje, resiliencia y, lo más importante, apoyo del ecosistema colectivo de la sociedad, las instituciones y los compañeros. A medida que avanzamos, es imperativo que construyamos y fortalezcamos sistemas de apoyo que empoderen a los individuos para navegar por sus trayectorias profesionales con confianza, asegurando que todos tengan la oportunidad de perseguir sus pasiones y alcanzar su potencial, independientemente de la etapa en su carrera.Es crítico reconocer los desafíos únicos que enfrentan los grupos subrepresentados, incluidas mujeres, minorías y trabajadores mayores, para acceder a oportunidades de avance profesional

La transformación digital de la economía presenta tanto desafíos como oportunidades para las transiciones. La automatización y la IA están volviendo obsoletos ciertos trabajos; pero también están creando nuevas avenidas de carrera en campos emergentes como ciencia de datos, marketing digital y ciberseguridad. Las instituciones educativas, organizaciones y responsables políticos deben trabajar juntos para asegurar que la fuerza laboral esté preparada para estos cambios, enfatizando la importancia de la alfabetización digital.

Por último, es capital fomentar una cultura social que valore la diversidad, equidad e inclusión para apoyar las transiciones de carrera. Reconocer los desafíos únicos que han de enfrentar los grupos subrepresentados, incluidas mujeres, minorías y trabajadores mayores, para acceder a oportunidades para el avance profesional es crítico. Solo gracias a programas adaptados que promuevan la igualdad de oportunidades y celebren las trayectorias profesionales diversas, será posible enriquecer la fuerza laboral y beneficiarse de una amplia gama de perspectivas, experiencias y habilidades, impulsando la innovación y el crecimiento.


 Herminia Ibarra, profesora de la Cátedra Charles Handy de Comportamiento Organizacional de London Business School, en el 15th Global Peter Drucker Forum.

Imágenes: © druckerforum.org

Artículo publicado en Executive Excellence n190, abril-mayo 2024.


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