Talento comprometido

GESTIÓN DEL TALENTO / LIDERAZGO

Hoy es Marketing reunió en Madrid a tres perfiles multidisciplinares para hablar de valores. El profesor de ESIC, Juan Carlos Cubeiro, uno de los mayores expertos en gestión del talento y socio director de Ideo; Rosa García, la presidenta de Siemens en España, y Vicente del Bosque, seleccionador nacional de fútbol.

ESIC ha celebrado en 2013 la décima edición de este foro, el mayor encuentro para profesionales y directivos del mundo empresarial, el marketing y la comunicación, que, año tras año, ha inspirado tendencias de marketing y propuesto claves para afrontar el futuro de las empresas. Antes de la mesa de debate “Diez años anteponiendo los valores y las personas a los beneficios económicos”, en la que participaron los tres invitados, Juan Carlos Cubeiro reflexionó sobre “Cómo convertirse en el talento español que admira el mundo”:

1. Tener muy claro qué es realmente el talento. El DRAE lo define como inteligencia; pero no debe ser “inteligencia fracasada”, como diría Marina, sino “triunfante”. Conocimientos convertidos en comportamientos, en conductas cotidianas, en un perfil de talento.
2. Partir del disfrute. El talento requiere de disfrute, diversidad, dedicación y dominio. Los profesionales que mejor lo hacen en lo suyo disfrutan con su “trabajo”. 
3. Conseguir compromiso. Com-prometerte es prometerte con algo  y con alguien. Es poner toda la energía en lo que haces.  
4. Hacer marca. La marca es una promesa de valor, porque el talento es poner en valor lo que uno (persona, equipo o país) sabe, quiere y puede hacer. 
5. Ser eficientes desde el orgullo de pertenencia. Generarlo entre los integrantes de una organización es imperativo en el liderazgo.
6. Practicar el optimismo inteligente. El optimismo no es ingenuidad, no es negar la realidad, sino afrontarla constructivamente. 
7. Ser un equipo. El talento se “equipa” colectivamente. 
8. Construir capital organizativo. El concepto es de Raghuram Rajan, economista jefe del FMI de 2003 a 2007. Se trata de generar una capacidad conjunta.
9. Generar un contexto ganador. Desde asumir la visión, la misión y los valores hasta gestionar profesionalmente el desempeño.
10. ¿Existe un liderazgo “a la española”? Muchos creemos que sí. Es el liderazgo en el deporte, el de nuestros “coaches” campeones del mundo, y el de nuestros mejores directivos.

A continuación, Cubeiro, ejerciendo entonces como moderador de la mesa de debate, hizo partícipes de sus reflexiones a García y Del Bosque, y les propuso varios temas para el debate, tales como:

La selección del talento:

Rosa García: Hay que tener el conocimiento técnico suficiente; y además ser una persona íntegra. Para nosotros, es muy importante el valor de la integridad, de trabajar para el cliente, de ser honesto en los compromisos que se toman. Y ser una persona inteligente, porque no buscamos a nadie para un trabajo determinado, sino que pueda moverse por los diferentes sectores y avanzar en su carrera. Para esto, hay que ser muy crítico con aquello que cada uno necesita aprender, y hacerlo de una forma independiente. También tiene que ser muy maduro, y no me refiero a edad.
Superada esta fase, pasarían al segundo estadio. Aquí tenemos en cuenta la pasión: es esencial tener gente que le guste lo que hace, que disfrute con su trabajo, porque solo así pondrá lo mejor de sí mismo. Después el corazón: en empresas como Siemens, con muchísima innovación, es importante tener el valor de levantar la mano para decir: “Os estáis equivocando, o tengo una idea mejor que la tuya, o por qué no innovamos en esta área”. Por último, convicción, tener habilidad para contar las cosas de una forma tan atractiva que sus ideas sean capaces de salir al exterior. Buscamos personas que, sobre todo, traigan mucha innovación a la sociedad.
En el siglo XXI, la diversidad para llevar un producto al mercado es clave y exige que todo el mundo trabaje a la vez en un proyecto común. Para eso, la colaboración, la generosidad y la complicidad del equipo es fundamental.
Vicente del Bosque: Durante 17 años, he estado tratando de captar talentos jóvenes como futbolistas. A pesar de tener muy buenas condiciones físicas y saber jugar, muchos de ellos se han ido quedando en el camino por la falta de emoción al hacer las cosas.
Ahora tenemos muchos jugadores para poder elegir entre los mejores de España, y debemos seleccionar a aquellos que tengan unas habilidades individuales y, al mismo tiempo, sean capaces de ponerlas al servicio del equipo. Hay que adaptar al individualista dentro del colectivo y convencer a “las grandes estrellas” del equipo de que serán mucho mejores, más reconocidas y tendrán más eco en todo lo que hacen si el equipo gana.

Cómo explicar una derrota, un mal trimestre… y no caer en el desánimo:
Rosa García: Normalmente, en las empresas pierdes más veces que ganas, es decir, las posibilidades de tener un “no” del cliente son mayores que las de un “sí”, y hay que desdramatizarlo. Lo peor que puede pasar es mirar a ese “no” con tanto miedo y sufrimiento, que seamos incapaces de analizar qué hubiéramos podido hacer mejor. 
Hay que escuchar, crear un entorno donde la gente pueda decir la verdad, sin buscar culpables; porque ni la derrota ni el éxito son definitivos. Hay que aceptarla, y aprender de ella.
Vicente del Bosque: Saber ganar también es difícil, tengo muchas dudas sobre qué se gestiona mejor: el éxito o la derrota. Dentro de la singularidad de la selección de fútbol, donde solo juegan 11 jugadores de 23, creo que hay mayor solidaridad cuando se pierde un partido, porque todos intentan corregir los fallos; que simpatía cuando se gana, porque los 12 que no han jugado no lo viven con la misma intensidad.

Un momento difícil:
Rosa García: Soy una persona bien obediente, pero necesito entender las decisiones y el porqué de las órdenes para ejecutarlas; de lo contrario, soy obediente pero no tengo esa pasión, ni esas ganas ni esa sonrisa. Ha habido ciertos momentos de ataque de arrogancia, en los que piensas que tú sabes más que tu jefe, en los que cuesta coger el teléfono para, en lugar de renegar, decir “seguro que sabes algo que yo no sé, explícamelo”. El tener la valentía de llamar y darte cuenta de que no eres tan lista y que otro sabe más que tú es complicado.

Cómo evitar caer en la euforia:
Vicente del Bosque: Nosotros cogimos el equipo en el año 2008, después del Europeo de Viena. Era un grupo que venía de ganar, así que teníamos que gestionar un éxito. No intentamos borrar ninguna huella del pasado, de hecho nos apoyamos en el estilo de juego que había marcado el anterior seleccionador, pero sí cambiamos algunas cosas. 
Tuvimos que ganarnos la confianza y el afecto de los jugadores, y darles a conocer los objetivos. En aquel momento, igual que ahora, teníamos el sueño de ser campeones del mundo. Siempre hay que tener retos. Luchamos contra el inmovilismo propio de los grupos ganadores (“cuando algo funciona, no lo cambies”) e ncorporamos nuevos jugadores, nueva sangre, porque en el fútbol hay que ir tocando y renovando la ilusión.

Por qué merece la pena ser accesible:
Rosa García: Por dos motivos. Primero, porque en el siglo XXI, con una realidad tan compleja, escuchar es fundamental. Nadie es capaz de saberlo todo y toda la información es complementaria. En segundo lugar, para crear ese sentimiento de “no tengas miedo, no tienes que ser un héroe; puedes hablar conmigo y llevarme la contraria, no pasa nada”. Eso hace que la verdad fluya más rápidamente y desde muchos más sitios.
Vicente del Bosque: Soy un convencido de que, según se establezcan y desarrollen unas buenas relaciones, estaremos más cerca de la verdad. No solo con los jugadores, técnicos y gente más próxima a la selección, sino también con los periodistas y con la afición, que tanta energía nos demuestra y tanto afecto nos da. Por eso intentamos ser comunicativos.

Artículo publicado en Executive Excellence nº104 jun13